Unificación monetaria en la UE, ¿éxito o fracaso?

Ha habido muchas teorías acerca de las causas de la crisis en la Eurozona, mal llamada en numerosas ocasiones “crisis del euro”.

La crisis en la Eurozona se inició originalmente en EEUU en 2007, debido a las hipotecas subprime y el boom inmobiliario, los bancos se quedaron sin liquidez, y esa crisis se trasladó a Europa. La crisis en Europa no surgió por los errores cometidos durante la creación de la Eurozona, puesto que no existió crisis de la deuda pública en Europa hasta 2008, y la Eurozona hizo frente sin problemas a todos los problemas que surgieron hasta ese momento.

La crisis estadounidense se originó con la concesión de hipotecas de alto riesgo que se titulizaron y repartieron entre muchas instituciones financieras, y se extendió rápidamente hacia Europa, causando una nueva crisis en sí misma mediante la recesión en la Eurozona en 2009. En primer lugar, con la crisis griega y posteriormente de Portugal, tras el descubrimiento del desorden fiscal: cuentas falseadas, déficits ocultos; y posteriormente en Irlanda y España se originó una crisis financiera, no fiscal, debido al exceso de créditos y la burbuja inmobiliaria, los cuales afectaron a la estabilidad de los bancos que tuvieron que ser intervenidos por el gobierno para ser rescatados, disparando la deuda pública. Así, la deuda pública aumentó debido a las medidas de rescate a los bancos y la política fiscal, siendo así la causa de la crisis la excesiva deuda privada. Tanto bancos como individuos aumentaron los préstamos, pero el problema fue que estos créditos no sólo se utilizaron en inversiones para aumentar la productividad sino también para el consumo y la inversión en el sector inmobiliario.

También se debe tener en cuenta que algunos de los países socios de la UE no cumplieron con los criterios de Maastricht, apoyando de nuevo la teoría de que la crisis es consecuencia de un gasto público excesivo. El exceso de ahorro de Alemania y su incumplimiento del déficit en más de una ocasión, el déficit público de Grecia y Portugal por encima del objetivo durante todos los años de membresía a la Eurozona; España e Irlanda que todo y cumplir con el déficit público hasta 2008 y alcanzar excedentes presupuestarios, enfrentaron graves problemas.

Una de las principales causas de la expansión sin control de la crisis fue la inexistencia de mecanismos preventivos para la crisis financiera, ni para el contagio, ni para facilitar la corrección. La crisis se convirtió en una plaga causando una ruptura de la unidad de mercado financiero en la zona euro poniendo en riesgo la supervivencia de la moneda única, y sumado a las medidas de austeridad y devaluación interna se agravó la recesión y dificultó la salida de la crisis. Además, no hubo suficiente voluntad política para implantar medidas oportunas.

La crisis en la Eurozona no ha sido únicamente una macrocrisis de deuda pública, sino la combinación de varias crisis macroeconómicas, tales como la crisis de crecimiento del PIB, de manera que la crisis económica provocó la recesión en toda la Eurozona en 2009; la crisis del mercado laboral, con un aumento del desempleo; la crisis de deuda pública, considera el problema principal y sinónimo de Euro crisis; y la crisis de balanza de pagos, debido a las dependencias mutuas en comercio que ayudó al desequilibrio.

La creación del Banco Central Europeo (BCE) como banco central a cargo de la política monetaria únicamente fue un error, debería haber estado supeditado también a la supervisión. No se puede dividir política fiscal y monetaria, puesto que la mala supervisión bancaria deteriora el equilibrio fiscal.

Para salvar el Euro se creó el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) con el fin de rescatar a los bancos de la zona euro y sus gobiernos, y se estableció el programa de “transacciones monetarias directas” del BCE para comprar bonos soberanos de los miembros de la eurozona en apuros. (Nouriel Roubini)

Quizás, el BCE debería haber intervenido directamente en los mercados de deuda soberana en lugar de proporcionar financiamiento a los bancos, ya que las inyecciones de liquidez en el sistema bancario crearon problemas de riesgo moral que son más peligrosos que los resultantes de la intervención directa del BCE; además, el BCE tuvo que inyectar mucha más liquidez en el sistema debido a que los bancos canalizaron solo una fracción; por último, los programas de austeridad de los países periféricos de la eurozona los está llevando a una profunda recesión que incrementará sus problemas fiscales y la desconfianza, llevando a una nueva explosión de crisis de la deuda soberana. (Bernard Delbecque)

Muchos en Europa piensan que no hay futuro sin unión fiscal, y la supervisión fiscal es necesaria. Una de las soluciones pasa por convertir el BCE en autoridad de supervisión única que pueda disolver los bancos si es necesario, así como recapitalizarlos y asegurar los depósitos. La Comisión Europea ya hace esta función, pero sería más creíble si lo realiza un organismo independiente, como un “consejo de política fiscal” (FPC) con sede en Bruselas, ya que los riesgos se minimizarían si hubiesen señales de alteración temprana de un FPC independiente, ya que además contribuiría a la estabilidad fiscal interna. (Christopher Pissarides)

Además, el BCE debería ser más flexible, especialmente con la austeridad fiscal, ya que hoy en día está creando desempleo y aumentando las desigualdades entre Europa y el resto del mundo.

Entre las posibles soluciones propuestas por Ignacio Sánchez-Cuenca encontramos: el euroesceptiscimo, que consiste en oponerse al proyecto de integración europea; lo opuesto, el europeísmo; continuar con el estado actual, es decir, sin mayor integración ni ruptura; y por último, una mayor integración, o en el caso de que no sea posible, la desintegración de la Eurozona. La cuarta opción parece la más razonable, ya que si no se produce un cambio profundo, la solución sería abandonar la unión monetaria, reconociendo que la unificación monetaria no ha funcionado. Se debería desmantelar u organizar una salida ordenada de aquellos países que no ven futuro en ella. Para los europeístas esta solución sería un escándalo y consideran que el futuro para dichos países sería peor, pero el abandono del euro provocaría una devaluación del euro que cerraría el déficit de competitividad.

En conclusión, todo y la evidencia de los efectos positivos de las uniones monetarias, las cuales aumentan el comercio bilateral entre países al menos en un 30%, y a posteriori se traduce en un aumento de ingresos; queda en evidencia y duda la utilidad de la unión monetaria en la Eurozona, puesto que puede conducir a graves problemas para los países miembros. Este riesgo es una advertencia, a su vez, para futuras zonas monetarias y la clara necesidad de establecer instituciones supranacionales eficaces que controlen los bancos centrales y demás instituciones, tales como el BCE en la UE, así como la creación previa de mecanismos preventivos y de rescate para momentos de crisis con tal de hacer frente a las dificultades financieras.

La supervivencia de la zona euro depende de su capacidad para integrarse en una unión política con una transferencia de soberanía en la conducción de políticas macroeconómicas distintas de las políticas monetarias y la organización de formas mínimas de solidaridad automática entre los estados miembros, incluso cuando algunos de estos se han comportado mal. (Paul De Grauwe) y en consecuencia, la viabilidad de la Eurozona dependerá del progreso de la unión bancaria, fiscal, económica y política la cual está siendo muy lenta. La austeridad fiscal está fatigando a los países de la periferia de la eurozona, y el rescate fatiga al resto de países. (Nouriel Roubini)

Así, la solución no es implantar políticas de alivio de la deuda, que lo que están consiguiendo hasta ahora la aplicación de estas políticas es mayor desempleo. Las soluciones reales requieren de acciones en política monetaria y fiscal, que pasan desde el desmantelamiento del euro de forma ordenada y escalonada, a tratar de conseguir un crecimiento económico y en empleo de forma rápida.

#EspañolesDespertad

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